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A veces, grandes jugadores se sienten vacíos. Han logrado todo, o casi todo. Pero sienten que les falta algo.
Han sido grandes figuras, conductores de equipos grandes, han sido transferidos a Europa, han vestido la camiseta de la selección en mundiales.
Hasta que un día se dan cuenta que quieren jugar en Belgrano. Darse el gusto. Vestir, aunque sea una noche, la gloriosa camiseta celeste. Sentir esa sensación única.
Algunos lo logran, no todos.
Este es el caso de Ariel Arnaldo Ortega, el Burrito. Se había escapado de Turquía, en un expreso de medianoche. El largo brazo de la FIFA lo había alcanzado, prohibiéndole jugar por un tiempo.
Hasta que una noche de enero de 2004 volvió a ser feliz. En la cancha de Juniors se sacó las ganas. Se puso la 10. La de Martellotto, la de Sosa, la de Paolo.
Belgrano le ganó el amistoso al local, pero el resultado es lo de menos, lo importante es que Ortega se dio el gusto de su vida.
La camiseta con que el Burro hizo un gol es una Mitre, con el escudo de Córdoba en el pecho. Se la prestó por un rato otro grande, el Máquina Giampietri, un incomprendido, un tremendo jugador. Está en poder del juansa.
La foto nos muestra algunas curiosidades. La transmisión genética que está ejerciendo el Loco Testa con Gastón Turus. Un espejo para aprender a jugar a lo Belgrano. Que no se corte la cadena, por favor.
Han sido grandes figuras, conductores de equipos grandes, han sido transferidos a Europa, han vestido la camiseta de la selección en mundiales.
Hasta que un día se dan cuenta que quieren jugar en Belgrano. Darse el gusto. Vestir, aunque sea una noche, la gloriosa camiseta celeste. Sentir esa sensación única.
Algunos lo logran, no todos.
Este es el caso de Ariel Arnaldo Ortega, el Burrito. Se había escapado de Turquía, en un expreso de medianoche. El largo brazo de la FIFA lo había alcanzado, prohibiéndole jugar por un tiempo.
Hasta que una noche de enero de 2004 volvió a ser feliz. En la cancha de Juniors se sacó las ganas. Se puso la 10. La de Martellotto, la de Sosa, la de Paolo.
Belgrano le ganó el amistoso al local, pero el resultado es lo de menos, lo importante es que Ortega se dio el gusto de su vida.
La camiseta con que el Burro hizo un gol es una Mitre, con el escudo de Córdoba en el pecho. Se la prestó por un rato otro grande, el Máquina Giampietri, un incomprendido, un tremendo jugador. Está en poder del juansa.
La foto nos muestra algunas curiosidades. La transmisión genética que está ejerciendo el Loco Testa con Gastón Turus. Un espejo para aprender a jugar a lo Belgrano. Que no se corte la cadena, por favor.
(las fotos de Ortega y la formación de Belgrano pertenecen al libro "Un siglo de pasión", de Gustavo Farías, editado en 2005 por la Voz del Interior")
7 comentarios:
qué hermosa camiseta.
me encantan los detalles que tiene, las distintas telas, la versión casi inédita del escudo, las pequeñas etiquetas de mitre con escudo, el celeste fuerte, el mapa de córdoba.
esa casaca me parece que debutó en rafaela, en un empate con gol del luifa y penal atajado cerca del final. un jueves, un muy buen viaje.
de orteguita qué decir... recuerdo mucho esa noche. qué golazo clavó.
qué buena sonrisa la del burro... un grande al que valoro muy mucho.
de giampietri no hablo porque siempre, por defenderlo, termino puteado con todos... solo recuerdo un dato que a muchos se les pasó pero no es menor: en esa época, los gerenciadores eran bustos y manzanares... hay muchas cosas que no se saben.
era la época en que las gallinas estaban muy bien en primera. alguien alguna vez me contó que belgrano jugaba un lunes en entre ríos contra gimnasia de concepción del uruguay. viajaron sábado, el domingo estaban haciendo un regenerativo en un predio y de repente se escuchan gritos desaforados... un par de jugadores se acercan al colectivo y eran los gerenciadores de belgrano gritando a más no poder un gol de piriz alvez, con el que las gallinas goleaban no me acuerdo si a colón o a lanús. los jugadores no entendían nada. y en esa época todos se la agarraron contra algunos jugadores, pero pasaban cosas que en belgrano no se pueden permitir.
otro dato del máquina: podría hacerse un blog con camisetas de belgrano. siempre, pero siempre que jugó contra belgrano, cambió la camiseta, antes y después de jugar para nosotros. adora a belgrano el chabón.
en fin...
excelente casaca amigos.
FELIZ NAVIDAD PIRATA.
Juancito, que bueno eso de la transmisión genética que está ejerciendo el Loco Testa sobre Turus... es tal cual ... dos grandes!, no te preocupes, seguirán apareciendo este tipo de jugadores en Belgrano porque la camiseta tira.
Juansa, muy buena data la tuya también.
Debo reconocer que si bien sigo al Celeste desde chico no soy tan memorioso para algunas cosas y gracias a este blog las estoy reviviendo.
Abrazos.
El burrito es uno de los últimos jugadores argentinos.
Y creo que no hace falta decir más nada.
O sí: hoy x hoy nadie le llega a los talones.
gringo
gracias gato! ya sé que tenés floja memoria, no te acordabas que nos hicimos amigos en la preferencial!!
sí juansa, se estrenó una noche en rafaela. uno a uno. gol del luifa. en el último minuto le cobraron un penal a rafaela y lo atajó pontiroli, el rebote lo agarró un jugador de ellos y pegó en el palo. yo llevé un amigo que es una piedra importante, por suerte se fue unos minutos antes de la cancha, sino ese penal entraba.
al máquina lo banco a muerte. una vez, fui a mendoza a ver belgrano godoy cruz, y antes de entrar veo llegar un neon azul, era giampetri, que entró como un hincha y alentó todo el partido, un grande.
gringo: el burrito es un grande de verdad, aparte tengo una debilidad con los jugadores con problemas con la bebida. housemann, gascoigne, george best, hasta me cae bien el loco willington, imaginate.
tengo una perlita del loco para dentro de unos días.
Por favor, citar que la foto es del libro Un Siglo de Pasión, de Gustavo Farías, publicado en 2005 por La Voz del Interior.
Gracias
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