martes, 8 de febrero de 2011

pesadilla




No todos los recuerdos son buenos. Nuestra historia está plagada también de hechos insólitos. Esos que te agarrás la cabeza y maldecís: esto sólo nos puede pasar a nosotros…

Y me animo a afirmar que lo más bizarro que viví en una cancha de fútbol fue la famosa noche del festejo alocado de Ragg. De no creer.

Fin del milenio en Alberdi. Tarde-noche de calor. Despedida de un año difícil. El promedio del descenso siempre acechando. Oportunidad para cerrarlo de la mejor manera, recibiendo a un equipo grande que venía también de capa caída.

Y por momentos, todo parecía feliz. El triunfo tranquilo, la gente festejando, los jugadores sueltos, los rivales con ganas que todo termine.

Hasta que llega el tercer gol de Belgrano, todos de la mano de Ariel Montenegro, el hermano del Rolfi. El grito que no es alarido, festejo sin adrenalina, de partido definido, casi de compromiso. Salvo para Ragg.

Bernardo Ragg. Diente. Simpático personaje.

No tiene mejor idea nuestro arquero que salir del campo de juego, lejos de su arco, para abrazarse efusivamente con el técnico, Roberto Enrique Nieto. Sin reparar en el árbitro, que a instancias de su asistente, acaba de anular el gol. El tiro libre indirecto se ejecuta rápido, como un rayo. Son solo segundos los que tarda la pelota en impactar las redes que debería estar cuidando Ragg, que al percatarse de la situación, emprende una feroz carrera detrás del delantero rojo que está a punto de dejarlo en la historia. Negra, por cierto.

Para los que no estuvieron, les tengo que contar que todos en la tribuna nos dimos cuenta en ese momento que el final estaba cantado. Después de semejante… blooper (iba a decir mocazo) es seguro que al partido te lo dan vuelta.

No sólo perdimos los tres puntos que teníamos prácticamente en el bolsillo, sino que por los incidentes, el Tribunal de Disciplina de AFA, nos descontó tres puntos más. Perdimos seis puntos en una noche. Increíble.

Difícil de digerir para mí por muchos años. Pasada la década del hecho, ya puedo verlo de otro modo y tomarlo con humor. Ese es un arco maldito para algunos arqueros. Pregúntenle a Javier Sodero. Pero ese será motivo de otro post.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

me acuerdo que el partido se suspendio un rato y despues se reanudo por uno o dos minutos, y tengo grabado la imagen del gordo HDP, que tiro ese pedazo de cano, la verdad ese dia me fui muy mal de la cancha.

piratausa

Botinera Hot dijo...

Excelente crónica!!! Aunque fue un bajón...

Gringo dijo...

horrible recuerdo

Anónimo dijo...

Me acuerdo perfectamente de esa noche aunque solo tenia 15 años...un loco vendia gorritos creo que valian 12 pesos o 10 a la salida le compre uno ya valian 5 jajajaja...pero a mi me fue peor porque me fui a gritarles el gol a los del rojo en la cara y siento el huuuu de la gente y el gol de los del rojo: que cagada 3 a 1 dije...es mas me fui de la cancha pensando que el partido habia terminado 3 a 3 y un loco en el pasaje aguaducho me dice nooo... perdimos!!!!!! juunto con el empate de rafaela con 8 hombres con gol de gigli creo que ha sido de lo peor que vivi----(la final contra las aves no tanto)