La pelota descansa en las redes.
Con los brazos en alto, el que acaba de empujarla.
Leiva.
Pirucho. El Zurdo.
Temible goleador.
Con los brazos en alto, el que acaba de empujarla.
Leiva.
Pirucho. El Zurdo.
Temible goleador.
domingo, 20 de febrero de 2011
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1 comentario:
Me sorprende lo que decís que el recuerdo no permite hablar del "héroe" de esa noche. Las cosas poco claras han sido desde siempre en esta gestión del actual gerenciador.
No defiendo a Novaretti, pero tampoco lo juzgo...; me gustaría que se diga lo poco claro que se genera alrededor de esta gestión hace tiempo, y que muestra de alguna manera que el problema de casos como este, o el del Pulga, o del pendejo Silba (entre tantas cosas poco claras) quizás nacen muchas veces desde el señor que comanda C.C. Lo triste es que tal vez paguen justos por pecadores.
El Gringo fue un gran jugador para Belgrano e hizo uno de los goles que más grité yo también. Esa noche creo que la vivimos todos igual; recuerdo estar en la prefe, en el codito, y cuando entró esa pelota el grito nos venció hasta dejar caer el cuerpo hacia atrás, y acostarnos en esa euforia mayúscula hecha un sólo cuerpo por varios cuerpos, gritando al cielo, lagrimeando, abrazando. Fue una verdadera locura, de esas que extraño vivir y que Belgrano nos acostumbró.
Gracias por este gran recuerdo.
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