Por Pablo Iván
En esta madrugada calurosa del verano 2017, en Córdoba, contamos la historia de Sonja Graf; un ser tan lejano, y a la vez íntimamente ligado a la esencia celeste, como demostrarán los hechos.
Nació en Munich, en 1908, tres años después de la fundación del CAB, fecha en que nuestros jóvenes fundadores se cuestionaban si seguir o no adelante con el desafío de ser un Club de football.
Sonja vivió una infancia y una juventud muy sufrida, tras padecer los abusos constantes de su padre alcohólico. Como paradoja, fue él quien le enseñó el juego que marcaría su destino: el ajedrez. Su modo de alejarse mental y físicamente de aquellas crueles violaciones.
Con el tiempo fue ganando partidas y respetos en los cafés de Munich, lo que la llevó a competir por el resto de Europa, hacia los años ´30. Como antes Vera Menchik, su eterna rival, Sonja Graf desafió las normas establecidas y decidió competir en los torneos reservados a los hombres. En un ámbito en el que hasta hoy, casi un siglo después, sigue siendo mayoritariamente reservado al género masculino.
Tal es así que, desafiando a la época, Graf empezó a vestirse como un hombre, sencillamente, para poder ser un poco más libre. "Comencé a preferir el uso de vestimentas masculinas. Este disfraz masculino me permitió vivir en plena libertad", reconocería más adelante.
En 1939, Sonja Graf viajó a Buenos Aires para competir con el equipo alemán en la 8ª Olimpiada de Ajedrez. Pero, por su visible rechazo al régimen nacional-socialista (nazi), fue excluida del equipo. Motivo por el que jugó bajo la bandera internacional “Liberty”. Ese mismo año, se quedó en Argentina, escapando de la Segunda Guerra; ella era judía y en Alemania la esperaba un destino de muerte. Aprendió rápido el idioma y en el país escribió dos libros: “Así juega una mujer” y “Yo soy Susann”.
En 1942, siendo subcampeona mundial, Sonja Graf participaría del primer torneo internacional realizado en Córdoba; y que fuera organizado por el Club Atlético Belgrano. El mismo se llevó a cabo en la sede social que tenía el Pirata por entonces, allá por 9 de Julio al 600. Salió segunda, detrás del cordobés Eduardo Sechi, que se anotó el primer puesto.
Sonja Graf fue un ejemplo de resistencia a la adversidad, de lucha continua por la libertad y por la igualdad de género entre hombres y mujeres. Y, sin dudas, una de las grandes leyendas de ajedrez y ahora del blog A lo Belgrano. A causa de una enfermedad de hígado, murió en 1965 en Nueva York.
Este año, a 75 años de su paso por nuestro querido Club, se organizará un nuevo torneo en conmemoración. Será en junio, en El Gigante de Alberdi, poniendo de premio la Copa Sonja Graf. Una contienda en homenaje a esta verdadera reina, luchadora, en un barrio donde abundan los peones y se secan al sol las agujas de los relojes.
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