Estaba a préstamo en Belgrano. El dueño de su pase era el propio Boca. Entre semana, en La Voz del Interior, había declarado que en sus sueños hacía un gol en este partido. Lo hizo, y lo gritó con el alma, saltando los carteles y quedando de frente ante la popular de Los Piratas. Claudio Benetti fue el héroe de esa noche, que recordamos gracias a HuguiiCab, que subió a youtube las imágenes del programa Fútbol Retro.
En 1994, jugaba sus primeros partidos Pichón Bossio, la rompía el Beto Fernández, el Gringo Primo era un tremendo jugador, uno de los mejores mediocampistas centrales que vistieron la camiseta de Belgrano (para los más chicos, que tienen una imagen negativa por su paso como técnico), y el Perro Albarello era incontenible cuando arrancaba a toda velocidad. En el segundo tiempo ingresaba el colombiano Leonardo Favio Moreno, que tuvo un breve pero intenso paso por el club.
Con este triunfo, el celeste alcanzaba temporariamente la punta del campeonato, donde terminaría haciendo una buena campaña de la mano de la dupla Sbrissa-Ramaciotti.
2 comentarios:
Que hermoso recuerdo para empezar la semana. Tenía 8 años y vivía en Villa Castelli, La Rioja y solo de noche se podía agarrar alguna radio de Córdoba porque el pueblo está entre cerros y las ondas se dispersan por un efecto que provocan los rayos solares sobre ellos. Recuerdo que busqué un alambrito y se escuchó más nítido y que durante toda la semana le decía a mi viejo que "Benetti" seguramente no querría hacer un gol porque venía de Boca. El hombre de la cubana me tapó la boca y me la abrió para gritar un gol que guardo como tesoro. Por esa semana, por esa noche y por el hecho de poder haber escuchado la radio y sentirme más cerca de la cancha, más cerca de Córdoba.
Allá son todos de River o Boca. Esa semana me tomé venganza de cada uno de los 1300 habitantes.
Muchas gracias Juan.
El Otro Juan.-
muy buen material este.
Por cuanto usó el parche de Claridad esa camiseta?
Y tantos carteles de publicidad, da la sensación de que las tribunas están más cercas de la cancha, por lo menos para mi.
un abrazo, carlitos.
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