A simple vista, una radio. De las que se usan para llevar a la cancha. Medio destartalada. Con una gomita rodeandolá para evitar que se desarme del todo.
Hasta acá, nada especial.
Pero esta radio tiene un alto valor simbólico. El día que podamos abrir el ansiado Museo en Alberdi, este pequeño artefacto merecerá una cajita de vidrio y una dicroica apuntándole directamente.
Si nos volvemos en el tiempo y nos trasladamos a la inolvidable noche del gol de Novaretti a Huracán de Tres Arroyos a los 95 minutos de juego, vamos a recordar que el linesman que marcaba el ataque de Belgrano anuló 3 goles en los últimos 20 minutos. Un suicida. Resulta que después de levantar por tercera vez su banderín solferino, al mismo momento en que era agredido físicamente por el Negro Rearte, que calentaba con los suplentes, esta pequeña radio volaba por el aire, arrojada desde la tribuna por algún hincha al borde del infarto masivo. El devenido proyectil no alcanzó a impactar en la humanidad del juez de línea, pero al pobre Rearte le dieron como 18 fechas y no jugó más en Belgrano. Por suerte encontró su lugar en Florencio Varela, y cada vez que veo un partido de Defensa y Justicia y lo nombran me acuerdo automáticamente de aquella mágica noche.
La radio, toda desarmada, quedó tendida en el césped del Gigante. Hasta que al final del partido, fue recogida por el periodista Jorge Knoll, quien la arregló y todavía escucha los pocos partidos que no se televisan en el patio de su casa.
Gracias Jorge!
jueves, 12 de abril de 2012
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5 comentarios:
En los peores momentos, he visto a mi finado viejo Omar destrozar una radio contra la tribuna (una que andaba con ganas de cambiar, valga la aclaración). Él solía ver los partidos con los auriculares puestos. Entonces cuando decía algo, era en un tono que se oía unos cuantos metros a la redonda. A veces yo hacía algún comentario, y él se sacaba un auricular para que le repitiera. Según Sebreli, que el futbolero vea el partido con la radio pegada a la oreja es uno entre tantos síntomas de alienación. Para Omar, Sebreli era un pelotudo. Cómo va a decir eso, me decía, ¿no se da cuenta de que en otras partes se juegan otros partidos y uno tiene que escuchar para saber cómo van? En su puta vida pisó una cancha, qué ganas de hablar al pedo…
Un gran abrazo!
jaja, me hiciste reir adrian. antes tenia la sensacion que sebreli era medio pelotudo, gracias a omar lo confirmo. abrazo!
hola muchachos quiero hacer una consulta que nada tiene que ver con lo publicado . quisiera saber si se puede conseguir una tapa del suple deport de la voz cuando ganamos la revalida ante quilmes en el 2001 en alberdi con un amigo que hoy no tengo con migo salimos en esa tapa en colon y gral paz.quiero regalarle la foto a la madre.desde ya gracias. ivan
qué noche aquella contra Huracán T.A.... qué noche.....
Sebreli es un re pelotudazo.
te mandé msj x feisbuc, juancito.
abrazo
Sebreli es uno de los teóricos de las clases dominantes. Uno de esos adefesios humanos al que le cabría aquel remanido poema al fútbol que en unos de sus versos dice "cómo vas a saber lo que es la vida, si jamás jugaste al fútbol". Por las boludeces que dice este oligarca no solo jamás jugó a la pelota, sino que jamás se tomó una copa en un bar de borrachos, jamás se acostó con una mujer en un prostíbulo y hasta me juego la cabeza que cuando alguien le señala la luna, le sale criticar lo mal cortada y sucia que está la uña.
JORGE KNOLL
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