lunes, 13 de junio de 2011

único


Compartir


Tengo muchos sueños por cumplir con este blog. Uno de ellos es conseguir algún video con un penal de la Pepita Baldessari. Hasta encontrarlo, me conformo con una foto como ésta.

Para los más chicos, este fenómeno que vistió la camiseta celeste a fines de los setenta y volvió pasada la mitad de la década del ochenta, tenía una particularidad a la hora de patear los penales. Lo hacía de una manera que muchos hinchas pensaron alguna vez que morirían de un infarto por culpa de la Pepa. Acariciaba la pelota, que ingresaba al arco a los saltitos, como pidiendo permiso, de casualidad llegaba a rozar la red, mientras el arquero siempre volaba inexorablemente hacia el otro costado. Un imperceptible movimiento de caderas era suficiente para engañarnos a todos. A veces daba la sensación que si el arquero después de revolcarse intentaba levantarse y volar hacia el otro costado, llegaría a atajar el penal debido a lo despacio que le pegaba la Pepa, pero ninguno por suerte lo intentó. Sólo atinaban a mirar desde el piso llenos de polvo cómo la pelota se les colaba lentamente mientras los hinchas conteníamos el aliento hasta el último segundo.

No hay comentarios: