le rompió el arco

Volvieron las camisetas, de la mano de uno de los goles que más grité en mi vida. El famoso fusilamiento del Cani López a Cuenca en febrero del 2001. La camiseta, mi preferida de la línea Mitre, bien sobria, una sola publicidad, cuello redondo y la inscripción LOS PIRATAS abajo en la espalda. Esta marca reemplazó a Le Coq Sportif y estuvo varios años vistiendo a Belgrano.

El partido fue muy bravo. La realidad de los dos clubes en ese momento era totalmente opuesta. Talleres en la buena, de la mano de JJ López, y nosotros peleando en todos los frentes, a lo Belgrano, con inhibiciones, hasta momentos antes de los partidos no se sabía si jugaban los titulares, sueldos adeudados, caos institucional, el fantasma del promedio del descenso que metía miedo. Por eso el festejo alocado, la descarga emocional que significó ganar el partido. Por lo que se vivía en ese momento, por lo que hubo que aguantar en gran parte del partido cuando se nos venían con todo. Y por el golazo que clavó el Cani. Inolvidable.

En la imagen de arriba podemos ver el preciso momento en que la pelota se incrusta en el ángulo de Mario Cuenca. Le corrió el arco de lugar. Fue un verdadero misil. Abajo, el abrazo de los jugadores al final del partido, y un joven Juan Pablo Stella buscando las frases de los protagonistas bien en caliente.

El festejo del gol, en el que Julio López fue a abrazar al masajista del plantel, y en el que podemos ver al Luifa mezclado entre los suplentes. No jugó esa noche.

Más recortes que ilustran el post, en este caso, una nota de la Mañana de Córdoba con las palabras del goleador, un especialista en tiros libres, donde le imprimía una inusual potencia a la dirección de la pelota.

No podía faltar en el festejo uno de mis predilectos, el famoso lanzallamas.

Esa noche vimos debutar con la camiseta celeste a Raúl El Bocha Maldonado, talentoso volante, que venía de jugar en Japón, que nunca pudo demostrar en Belgrano sus condiciones como futbolista.

Otro caso insólito en la historia de Belgrano con los técnicos es el caso de Alfaro, que venía de grandes campañas en Rafaela y Olimpo, pero que en su corta estadía en Alberdi fracasó estrepitosamente. Al menos nos regaló dos triunfos en poco tiempo ante nuestro clásico rival, ya que dos semanas antes de este partido, les habíamos ganado un amistoso de verano por 2 a 0 con goles del Tigrecito Amaya y Julio Mugnaini.

Por último, para completar este post, el recuadro de la figura de la cancha, Marcelo Pontiroli, que atajó todo lo que le patearon, e inclusive tuvo la suerte de su lado con los postes. Abajo, la síntesis del partido para los amantes de la estadística.

Como siempre, el enorme agradecimiento a Nico, el pirata pampeano, por la ayuda técnica para que todos tengamos la posibilidad de ver las imágenes del gol, de la página de TyC, dato aportado por Chulo, otro amigo que hace que este blog siga brindando recuerdos. Gracias a los dos.