El Beto es uno de los máximos símbolos de la historia de River Plate, a la altura de Francescoli y Labruna.
Se había retirado del fútbol hacía poco y estaba haciendo sus primeras armas como director técnico. Su única experiencia hasta ese momento, habían sido seis meses en el banco de River formando una dupla con el inefable Mostaza Merlo.
Belgrano había comenzado ese torneo bajo la dirección de Carlos Biassutto de forma irregular. Algunos tropiezos en el comienzo que se fueron transformando en una campaña bastante aceptable. Cuando el equipo pasaba por su mejor momento y estaba a punto de asaltar la punta del campeonato pasando la mitad de la primera rueda, el técnico sorpresivamente renunció.
Al medio, hubo un hecho que tuvo mucho que ver con esta renuncia. Un clásico jugado por la Copa Neder Nicola contra Talleres hizo que Biassutto decidiera poner en cancha un equipo de emergencia, priorizando el campeonato. Belgrano afrontó el partido con un equipo mechado entre titulares y suplentes y le ganó por penales a Talleres. El efecto de los famosos 15 años era devastador. Imaginen a un equipo de una categoría inferior ganándole un clásico a uno de Primera División con suplentes. De no creer. El problema es que esta decisión le costó a Biassutto algunos dolores de cabeza que rompieron su relación con dirigentes y algunos hinchas.
Una semana antes de un trascendental choque con Instituto, Jorge Guyón se hacía cargo interinamente del plantel, mientras los dirigentes buscaban un reemplazante de peso. Algunas fechas después, con el equipo puntero, Norberto Osvaldo Alonso, se hacía cargo como técnico de Belgrano. Sólo duró algunas fechas. Fue un fracaso rotundo. Se fue sin pena ni gloria. Por suerte, la dirigencia le devolvió el equipo a Jorge Guyón, que tan bien había cumplido su interinato.
Una semana antes de un trascendental choque con Instituto, Jorge Guyón se hacía cargo interinamente del plantel, mientras los dirigentes buscaban un reemplazante de peso. Algunas fechas después, con el equipo puntero, Norberto Osvaldo Alonso, se hacía cargo como técnico de Belgrano. Sólo duró algunas fechas. Fue un fracaso rotundo. Se fue sin pena ni gloria. Por suerte, la dirigencia le devolvió el equipo a Jorge Guyón, que tan bien había cumplido su interinato.
Al final del cuento ya lo conocemos. De la mano del Jabalí logramos finalmente el ansiado ascenso en la recordada final con Banfield. Estuvimos a punto de pagar un precio muy caro por querer inventar un técnico que era sólo pura chapa, algo similar nos pasaría años después con MacAllister.
Quizás lo único positivo del paso de Alonso por Belgrano, fue haber hecho debutar al Betito Fernández.
3 comentarios:
EL BETO!!!!!!........UN GRANDE!!!!!!!........HABLO DE FERNANDEZ, OBVIO......DEL BETO DT SI ME ACORDABA,PERO UN COMENTARIO QUE A ALGUNOS NO LE VA A GUSTAR...... BELGRANO PESA,QUEMA EN LA PIEL,Y NORBERTO ALONSO HISTORICAMENTE EN EL PECHO TUVO UN ICEBERG TAN GRANDE COMO PARA TUMBAR MEDIA DOCENA DE TITANICS....INCOMPATIBILIDAD GENETICA QUE LE DICEN......SALUDOS,SILVIO
Sinceramente como futbolista fue un groso, pero como DT dio asco. Hizo una declaración típica de Galleres: "vengo a salir campeón". Esas declaraciones y esos aires siempre te llevan al fracaso, es siempre mejor laburar y demostrar como se labura que andar haciendose el groso por ahí.
felicitaciones por el blog....
habra posibilidad de conseguir el video de bell 3 belgrano 3. 1985 jugado en bell ville, cuando se perdia 1-3 y empatamos sobre la hora. sodero y curioni jugaban para bell.... gracias y saludos desde rio grande, tierra del fuego. julio cesar alday - julioalday@hotmail.com
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